Cómo vestir a un niño para boda, consejos

Muchas invitaciones de boda solicitan acudir a la ceremonia y el posterior banquete sin niños pequeños, lo que obliga a muchos padres a dejar a sus hijos con otros familiares o amigos. Sin embargo, cuando el evento sí incluye la asistencia de menores, surge la duda de cómo vestir a un niño para una boda.

Hoy te ofrecemos algunas claves para acertar con el look para los niños cuando son invitados a una boda. Y lo hacemos de manera muy clara, categorizando a los pequeños en varios grupos de edad.

Look de niño para boda entre 0 y 5 años

Para vestir a los bebés, la mejor opción es acudir a un estilismo formal, con peleles de distintos colores, con o sin estampados, y algún adorno en el pelo.

Hay padres que se decantan por las pajaritas, corbatas, tirantes, camisas y pantalones. Es una buena alternativa y también resulta muy divertido.

Cuando el bebé ya pasa a ser niño y tiene una edad comprendida entre 18 meses y cinco años, ellas estarán muy contentas con vestidos cortos, vaporosos y con vuelo, con una corona de flores o incluso con una capa. En el caso de ellos, un pantalón corto y una camisa blanca o en su defecto azul celeste o con tonos pastel es un acierto seguro. Para los complementos puedes incluir tirantes, pajarita y una boina.

Niños de 5 a 10 años

Cuando ya van siendo mayores, la tarea de vestir a los niños para la boda es más compleja. Aquí ya comienzan a aparecer gustos personales y no van a aceptar cualquier vestimenta. En las niñas, sientan muy bien los vestidos de lino, tul plumeti y las faldas de vuelo.

Los niños con americana y camisas cuello mao sorprenderán por su elegancia. Si todavía son pequeños, de cinco a seis años, las pajaritas divertidas, las corbatas o las camisas con estampados pueden ser una fórmula interesante. No obstante, la vestimenta a seleccionar va a depender del grado de etiqueta del evento

Preadolescentes y adolescentes

El último rango de edad es de los 10 a los 15 años. Ahí los niños pasan a ser adolescentes y tienen criterio propio. Pueden ser ellos quienes elijan su propio atuendo, pero nunca está de más el asesoramiento de un adulto.

Lo importante es que se sientan cómodos con su vestimenta y que sean prendas fáciles de vestir. Los trajes de lino son perfectos para ellos en verano. La alternativa pasa por pantalón y camisa elegante. Las chicas, faldas y vestidos sencillos con calzado plano o una cuña muy leve.

 

Más allá de las prendas, lo realmente importante es respetar el estilo de cada niño y su opinión, acompasar su vestimenta al tipo de ceremonia y la meteorología de la jornada y buscar su comodidad por encima de todo.

La pregunta de cómo vestir a un niño para una boda y que se convierta en el invitado perfecto no tiene una respuesta única ni simple, pero en todas ellas se ha de buscar que los pequeños disfruten.